lunes, 20 de enero de 2014

1. El bosque de los olvidados


¡Hola nuevamente! Antes que nada, muchas gracias a todos los que comenzaron a leer "El Corazón de la Sombra"; la verdad que me gustó mucho recibir comentarios suyos. Me alegra que den su tiempo para conocer a Pascualina, y también, mi manera de escribir y de enfocar esta historia para chicos. 
¡De verdad, muchísimas gracias!

Hoy subo el primer capítulo, tanto de la novela como de la historieta. Aunque hay algunas ilustraciones dentro de la novela, se encuentra al final del capítulo la historieta completa. ¡Espero que les guste!




Novela: 

1. El bosque de los olvidados


-Vení, mariposa…- llamaba bajito Pascualina, evitando aturdir a su nueva amiga.
Pero la mariposa no contestaba. Sólo danzaba alegremente, esquivando cualquier obstáculo que ofrecía el bosque.
La niña se sentía libre. El viento manso le acariciaba el rostro, llevándose consigo una sonrisa. El cielo apenas se atisbaba entre las disparejas ramas, haciendo que las sombras escondiesen parte de mi silueta.
-Es hermoso.- murmuró, girando maravillada sobre sí misma.
Repentinamente, la mariposa sobrevoló el cielo, dando varios vuelos en círculo a su alrededor. Nos estaba guiando… ¿a dónde? Nos llenaba de vitalidad, y a la vez nos inspiraba un misterioso interrogante. No la perdimos de vista otra vez; la seguimos por entre salvajes arbustos, esquivamos imponentes pinares… Al fin algo acababa con la monotonía de nuestros días.
Me alegró ver feliz a mi reflejo, y no pude evitar seguir su juego. Estábamos tan inmersos en ello que no reparamos en que el paisaje se transformaba en un escalofriante escenario de retorcidos árboles, doblegándose en todas las direcciones posibles.


Continuamos caminando, sin dejar de mirar con atención cada rincón de aquel tenebroso lugar. Una extraña, espesa niebla dificultaba la vista. Mi silueta desaparecía en ese montón de algodón frío, aunque por nada del mundo me separaría de la niña. Contribuyendo a su magia, las brillantes alas de la mariposa destellaban como si tuviesen luz propia.
De pronto, sus patitas se apoyaron sobre una pícara raíz que se atrevía a emerger sobre lo más alto de un viejo y marchito árbol.
Nos detuvimos, sorprendidos, defraudados. ¿Nunca nos había estado guiando?
Un sonido se escuchó en la cercanía. Era un crujir proveniente de aquel árbol. Una criatura salió impulsada de su gigantesca carie, saltando repentinamente sobre una rama, y otra, y otra, hasta llegar donde se hallaba la mariposa.
La rana se detuvo a tan sólo un palmo de distancia de nosotros.
Retrocedimos, espantados. Ésa no era una rana común… Sus ojos, dos minúsculos zafiros brillantes, denotaban en su rostro escamoso; llevaba una galera que parecía ser de hojas de Sauce Llorón y manchitas marrones esparcidas en su cuerpo.
-¡Hola, niña!- saludó, quitándose el sombrero en señal de saludo.
Pascualina sonrió. No podía creerlo… ¿Era verdad lo que veía? ¿Una rana capaz de hablar?
-Hola, señor… rana. Disculpe, pero la mariposa me guió hasta aquí… y no sé porqué. ¿Quién es usted?

El ser se sostuvo sobre sus patas traseras, mientras que con las otras dos sujetaba el sombrero, que le quedaba algo grande.
-Soy un… Mejor dicho, era un Ranseriano, de la estirpe de los Ranseius. Ahora ya no lo soy porque me deshonra formar parte de ellos.
-¿Por qué?- preguntó la niña, pero la criatura pareció no haberla escuchado. Su mirada parecía perdida en sus recuerdos. Luego de unos instantes, de manera repentina, continuó hablando, aunque no respondió a su pregunta.
-Aquí rige un brujo muy maligno, tanto como su nombre. Pretende…
-¿Cómo se llama?- quiso saber Pascua, que no quitaba la vista de la rana, sus pupilas bien abiertas.
-Oscuro.- respondió la criatura casi en un murmullo, con aire sombrío.- Él necesita unos zapatos que fabricó un humilde zapatero, como obsequio para su hija, una joven enferma y débil.
“El zapatero y padre, se esforzó por crearlos, otorgándoles un don especial: todo aquel que los usase, tendría la oportunidad de pedir un deseo. Y el propósito de su creación era el de cumplir el sueño más preciado para su hija: la capacidad de caminar.  

“Pero eran unos zapatos mágicos, poderosos, que pueden hacer mucho daño si se los usa para viles propósitos. Cuando Oscuro supo de su peculiar don, organizó una terrible  emboscada en la aldea del zapatero, que acabó por destruir cada casa, cada familia… el equilibrio y la felicidad de un pueblo entero. Se dice que, antes del ataque, el zapatero obligó a su hija a escapar con los zapatos. Y éstos desaparecieron con ella… para siempre.

-Es una historia cruel…- admitió Pascualina con un dejo de dolor. Enseguida, arqueó una ceja, confundida-. ¿Zapatero? No puede ser… ¿Esto empezó afuera? Me refiero… ¿en el mundo real, de donde vengo?
-¿Mundo real?- inquirió el anfibio, ligeramente molesto.- ¿Esto no te parece real? ¡Gran defecto el de los humanos de Más Allá! El uso de la razón los encierra en su propia inconciencia sobre lo que realmente existe.
-Perdón, Señor Rana.
La criatura observó a mi reflejo, y sus ojos tristes también parecieron posarse en mí por unos pocos segundos. Entonces, su voz sonó aún más triste que su mirada.
-Con el correr del tiempo, muchos humanos nos olvidaron, y nos vimos obligados a escondernos en lugares inhóspitos, donde nadie pudiese llegar.  
Pascualina sonrió débilmente, animando al Ranseius, que parecía deprimido al contar su historia.
La mariposa descendió suavemente de la rama, y se posó sobre su sombrero. La criatura acarició sus delicadas alas azules. 
-Espero hayamos elegido bien, Latia.- susurró, esperanzado.
Ambos nos sorprendimos.
-¿Elegido? ¿Me eligieron?
De un brinco, la rana se apoyó sobre el hombro izquierdo de la niña. Aunque se proyectó en mí, no sentí su cuerpo pegajoso; ya les dije al comienzo que las sombras somos como fantasmas, inmateriales, incapaces de sentir el tacto de las cosas.
-Es mucho mejor que cuando leés cuentos de hadas, porque es real.- dijo, sorprendiéndonos.
-¡Hey!- le reprochó mi amiga. Recordó las tardes en que leía sentada sobre el suelo de su pieza, un ritual que le encantaba, mientras su madre planchaba  con el televisor encendido.- ¿Cómo sabés eso?
-Latia te estuvo siguiendo hace un par de días; debíamos asegurarnos de que eras la Elegida.
Dimos unos pasos hacia atrás, confundidos. No podía ser cierto.
-¿Por qué yo?
-Tenés un don muy poderoso y olvidado: creer.
-Pero ¿soy la Elegida para qué?- atinó a preguntar.
Un incómodo silencio inundó el oscuro bosque.
El Ranseius continuó:
-Oscuro es humano. Y sólo puede ser vencido por alguien de su misma condición.
Pascualina tardó en comprender aquello. Era demasiado… raro. Estaba entre atónita y feliz. Al fin algo interesante ocurría en su vida, pero sabía que, si aceptaba embarcarse en ese singular juego de hadas, correría más de un peligro.
-Estuvimos años buscando al Elegido. Nos desilusionó saber que no conseguiríamos ningún adulto Elegido, puesto que éstos ya no pueden emerger de las profundidades de razón a la cual están sometidos. Sólo un niño podía ayudarnos; en este caso, una niña.
-¿Qué puede hacer ese brujo si consigue los Zapatos?
El Ranseius cubrió su rostro con sus dedos largos y húmedos.
-¡Cosas horribles! ¡Ni siquiera lo pienses! Destruiría los bosques, nuestros refugios… Nos atraparía uno a uno y nos convertiría en sus esclavos, asumiría un poder mayor del que tiene, y robaría más almas de las que ya posee. Sería capaz de cumplir su deseo más cruel.
Los malvados compañeros de escuela reaparecieron en la mente de Pascualina, y por primera vez se sintió más fuerte que ellos.
-Acepto. Voy a detener a ese brujo.
La ranita dio un brinco victorioso, sobresaltando a la mariposa.
-¡Entonces andando! ¡Rápido, no hay tiempo que perder!- se acercó a mi reflejo y acarició su corazón con la mirada.- Gracias por confiar en nosotros… No te defraudaremos.   
-¿Por dónde comenzamos?
-Conseguiremos los Zapatos antes que él.
-Pero… ¿Sabés dónde están?
-Están… perdidos, como ya te conté.
Pascualina suspiró. Su tarea iba a ser más complicada de lo que imaginaba.


Fin del primer capítulo.



Historieta:













¡Hasta la próxima entrada! Y gracias por leer :) 



3 comentarios:

  1. Me encantó releer el primer capítulo, después de tanto tiempo. Este blog es una excusa para volver a entrar en este mundo hermoso. De verdad que me encanta cómo está escrito: tiene una impronta muy personal, y las descripciones son muy lindas, te hacen entrar al clima propuesto.
    No pude evitar comparar novela e historieta, y veo que ambas se complementan mucho, de diferentes formas. (Salvo que el final es distinto y da pie al segundo capítulo).
    ¡Hasta el capítulo 2!

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  2. Hola Lucas, andaba super desaparecido por aquí, pero he leído este capítulo y es cada vez más intrigante, no cabe duda que soy 100% de los géneros fantasía-ficción, ahora mismo voy a pasar a leerme el 3er capítulo.
    Un gran saludo y espero que andes de lo mejor.
    R.

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    1. Qué bueno, R! Me alegra, eso era lo que quería lograr.. Espero que te haya gustado en tercer capítulo! Con respecto al nombre... estás perdonado. Y eso que no nos conocés en persona, ahí sí que te confundirías un poco! jaja Ya mismo me paso por tu blog! Gracias por difundir! :)

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